miércoles, 16 de junio de 2010

¿como adivinar un olor que jamás he olido y como atreverme a quedarme con él a pesar de que las cosas quizás por ahora estén un poco fuera de contexto?.
o duermo todo el día, o me levanto a encenderme un tabaco y luego a hundirme otra vez entre las sábanas , importandome tres carajos eso de las "moralidad".
tal vez, si la memoria no me falla y el cerebro no está tan dañado, creo que ese olor ya lo he percibido, confundido bajo otro aroma, enfundado en las decisiones rápidas del hombre.

viernes, 26 de marzo de 2010

De s(x)Er -ALgU(Y)eN Per-F-Ec(k)To

tenía planeado llegar a lo más profundo del mar, donde nadie había llegado a estar, sin percatarse que más sólo que nunca se estaba quedando.
sin más utilidad de su cabeza decidió adventarla, acción que imposibilitó mantenerse en pie, había perdido el equilibrio, como así también el aliento libre de tabaco y whisky...
¡apuntaba sus narices sobre la mesa de todos los invitados! quienes olían bien para él, y sus sentidos ya se hallaban desconectados, variantes en pleno desgarre con la realidad, sueño eterno de ser alguien perfecto.

lunes, 15 de febrero de 2010

casi nada en el tintero, y si, siempre las cosas se acaban, y a veces se terminan con un fuerte sabor ácido entre los labios.
cuando la lluvia se acaba nos quedamos mojados, y más cuando sin querer nos olvidamos la ropa en casa, ¿tanto como para decir basta?
noches enteras sin decirme hola, amnesia temporal.
(limon)

martes, 29 de diciembre de 2009

miércoles, 18 de noviembre de 2009


Tan corto de tiempo, tantas luces en la gran ciudad.
Tanta sangre perdida.
Miles de tardes junto al mar, para llorar en calma.

Sin cielo sobre mi cabeza, sin partes donde acudir a casa.
Sin nada en los bolsillos, sin otras partes de mi cuerpo y mis ancestros salvados.

Permanentemente bombardeado por pescados pasados.

Cerré la boca, cerré los ojos y cerré mi mente.
Me fui al costado, me fui al crepúsculo en el acantilado, me fui al océano.
Y terminó su universo, plagado de cosas inútiles
Que se durmió en una supernova
Que se olvidó de crearla
Por que le importó más sentirse Dios
Que una tarde de primavera sintió renacer su vida
Y salio a caminar,
Y conoció su límite al llegar a robar
Se limito a la locura
Y a la paranoia de sentir que lo perseguían
Y habló de lo que no tenía que hablar.
El odio no era propio de él
Pero las cosas cambian,
Y lo ataron a la tolerancia que se paseaba por París y Groenlandia
Y mató a golpes a Lady Madonna
Que ahora saben de qué se trata,
Y ya no le gustó la idea
Se camufla y esconde por seguridad.

Sueña un largo y a veces aburrido sueño eterno, y revuelve sus sábanas y no sabe si es la realidad o sigue en sueño. Come desesperado unas barras de chocolate azul y se limpia la boca con afilados cuchillos. Niega cuando dice que si, y afirma convencido cuando en verdad no sabe como se creo el universo.
Se escapa a pintar los pétalos de primavera, por que sigue siendo esclavo del invierno, y no tiene conocidos, nadie sabe de donde vino, pero fue en aquella tarde agonizante donde apareció maltratado desde el este, y hoy por hoy es el principal sospechoso de traer una dudosa alegría a este pequeño pueblo sureño.
Lo que pasa es que no saben que es él el que hace que el río fluya, gracias a él los pájaros cantan y él es el culpable de que todavía no todas las plantas sean de nylon.
Pero también sucede que dicho ser nunca se ha reído, por que sigue cauteloso con su realidad.
Aquella casa enorme y vieja cerca del río, es la única testigo de lo que hace cuando para todos es de día.
A él no le importa nadie, él no necesita a nadie, reproducirse y dejar su legado no lo considera esencial, no tiene género, él se puede auto reproducir y duda fervientemente en hacerlo.